Caminando bajo la lluvia, acompañados de la oscuridad, esos momentos junto a ti tan llenos de paz, emoción y tristeza; claro que nunca faltaban esas sonrisas mientras nos mirábamos fijamente, uno de los placeres que más solíamos disfrutar.

Me brindabas las camisas más costosas del mundo (tus abrazos). Mi más grande bendicion, tus besos, esos que me das cada noche y me ayudan a dormir.

Todo estaba bien mientras hacías remolinos en mi cabeza.

MAMÁ LA VIDA ES UN MISTERIO OCULTO DETRÁS DE LA MUERTE.

Tu presencia florece cada día en el latir de mi corazón... Eres la llama que  nunca se apagará de manera que, crece mientras la alimento con tus recuerdos.

Si, claro que recuerdo.... aquellas noches junto a ti aferrándome a tu piel asustado por el silencio de la noche; y si ahora recuerdo más esa frase, “tranquilo yo estoy aquí”, mi heroína, mi protectora mi ángel.

Mientras yo era tu prioridad, sin excusa a nada para verme feliz, mamá ahora la noche es mi amiga, mientras la miro las estrellas me guían.

Si lo sé ahí estás tú, no puedes bajar, lo entiendo. Hoy subiré yo a través de mis sueños y pasaremos la noche juntos y mientras nuestras miradas se fijan hacia una misma dirección nuestros corazones permanecerán siempre unidos,  MAMÁ de pequeño no entendía mucho, creía que una madre todo lo podía, que no se cansaba, que no sufría; con el pasar de los años comprendí que mamá también se cansaba, estaba triste, que le faltaban  fuerzas, que callaba ocultando el dolor, todo eso para demostramos coraje y tenacidad frente a la adversidad. Simplemente fuiste “MADRE“,  también comprendí que nos necesitabas, necesitabas de tus hijos, aunque lo expresabas en silencio y no sabiamos interpretar esa súplica subliminal, dejaste una parte de ti entre mis Hermanos.... MAMÁ