Loading...

II

¡Qué ganas de divisar su presencia!
Digo, cuando la noche relente,
Viene a contarme calladamente
Que mi pecho malherido necesita su demencia
 
¡Qué ganas de que mi toque sea correspondido!
Apegarse junto a mi oído,
Y pose su aliento sobre mi boca
Encontrarlo en ese borde donde la basta roca,
                   acusa por la muerte
 
Correr y esconderme en su estado divino,
Dejar la gracia colgando solo de un hilo
Darlo todo aunque el futuro amargo fuere
Como si no importara soltar aquello que se quiere.
Liked or faved by...
Other works by Lillianne Rovier...



Top