Número uno
Como cada día, habitualmente he salido
Y qué es de los días que se suceden, sin un poco de inocua dicha, pudiera ser que las luces nocturnas, me recuerden tu frente justo al fondo de tus cabellos despeinados
Pero la dicha, tu brazo largo junto a mi brazo expectante
Tu voz en medio del ruido
Qué podía hacer yo si no era detener el mundo para pasar mi índice por tu boca
Pero no eres mio
No es mio el mundo del que intento obstruir su loca continuidad
Y los días se suceden, sin cansancio
Te tengo viviendo en cada rincón de las imágenes que veo a través de la ventana
No es difícil recrear tu imagen en las caras de las gentes desprevenidas
Pues tu imagen es la dueña de todos mis conocimientos
Te retengo a diario en ese pálido momento
Una noche que no se sucedió
