Lillianne Rovier

Un correo sin enviar

Oh mi amor,
unas ganas angustiantes de reafirmarte que te extraño,
que me dueles en los huesos en la sangre que el tiempo es hostigante porque no se mueve hacia vos
que te espero día y noche sin aproximarse nunca tu llegada
que el rayo efectivamente me partió en dos
¿me aguantarás amor mío?, ¿aguantarás estas declaraciones?
declaraciones de una convaleciente, una enferma incurable,
siento que si no te escribo no habrá manera de sobrevivir, ahora que la soledad es inapelable,
que no hay lugar en donde yo quisiera estar más que en ti y los miedos,
rondándome como gusanos la cabeza, los enfrento, te lo digo
los enfrento, los encaro, no los guardo te lo juro pero hayan la manera de reaparecer. Me replanteo y me vuelvo a replantear espero que nunca te canses, que mis palabras no se acumulen apelmazadas en el fondo de un cuarto sin luz
que no haya que desempolvarlas, de verdad espero, que te lleguen al corazón con la fuerza con la que te las envío y si un día no es así, tendré que cerrar la llave para que no vuelvan a escurrírseme por entre los dedos.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Lillianne Rovier...



Arriba