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(2018)
Los relojes reclaman el césped de la mañana ebrio de rocío, sí; pero con aroma a estiércol en las entrañas.
El agua ofrece la espalda y concede un rosal. Oh! Pétalos de naipes, árboles sin nombre que en un día
When the fears dance in the autumn festival your gaze is lost in the midst of your restlessness
El jardín de los helechos crecía sin miedo; habían cometas, libros y seres de otros mundos y la alegría me daba su mano
¿Qué razón justifica que seamos eslabones dispersos en la garganta de un mundo sin canciones de solidaridad? De ser partículas atraídas por contratos mercantiles viajando en dirección c...
Un latir de ojos nostálgicos es un diluvio con máscara, un rescate de sílabas entre las llanuras del rostro. Un baño de luz difusa,
Caminando entre la niebla Divisé un gran tesoro Un ángel en edad de oro Sumido por la tiniebla Oscuridad de pobreza
Hay una inmensa nostalgia en Lisboa. La ciudad del fado es como una amante que te incita a descubrir sus secretos prohibidos, a entender el lenguaje que se desprende del fuego, de la b...
Al estar conmigo misma siempre habrá un sonido o un canto de verdad dolorosa removiendo los cimientos. Entonces recogeré del pavimento
El cuerpo erguido en la tierra sintoniza voces contenidas en las fibras del espíritu y asciende hasta el núcleo de la creación universal.
Donde reina el sonido del silencio desconecto mi voz interior el aire es quietud que fluye por el túnel naciente entre mis pulmones y mi corazón
El insomnio incita y el tapiz de las formas se filtra sin pausa. Las palabras, carbones en el día,
Sentada bajo la sombra de un roble Admiro mi bosque dormido en el ti… Raudas en entretejer una alfombra… Las hojas se despiden de los insta… Adelfas azucenas presas del deliri…
Que cada cual sobreviva como mejor sepa, cuando en las noches las estrellas y la piel no se entrelacen las manos,
La noche habla con sépalos de metáforas entre silencios melancólicos y en los bancos conspiran risas y lágrimas