Escribo para los muertos, para los que ya no tienen memoria y sólo son presente; para los que sólo me escuchan y no pronuncian mi nombre.
¿Y si ella volviera un día? Oh, Dios mío, me encontraría sin… Correría a lavarme la cara al río,… Desenterraría mi libro más querido… Reviviría mis sueños, que tanto ma…
Iridiscente y nocturna, inefable hormiga.
Hay cuervos en el puerto. Esperan con paciencia la llegada de los marineros que traen el cuerpo muerto del pescador. Murió hoy de madrugada, al apagarse las estrellas. Llevaba en su cue...
Un poeta sin tus ojos ni tu boca es un pueblo con hambre Un pueblo con hambre es tierra sin pan de versos Un pueblo sin tus ojos,
La luna de trapo se ha puesto a so… la estrella de plata ya duerme e… al ritmo del grillo, la rana y el… les cantan el gato y el viejo zapa… A la luna de queso la envuelve la…
Mi lágrima es muda, no asoma para no ofenderte, para que nadie se dé cuenta. Es dolorosa, pero hermosa como un… sé asoma cuando te miro
Tú eres mi más dulce momento, noche de pájaros y olas en que siento llegar la muerte. Si me sumerjo y te desgarro,
Estos son unos versos muertos que… Palabras enterradas en el corazón… Nacieron muertos porque mi alma ya… Están empolvados de ceniza y a pes… crecen en ellos girasoles
Existe en lo más profundo de las llamas de la tierra un reino llamado Escorpio, hecho de fuego y de mantos luminosos. Allí habita Escórpora, el señor de las brasas, de cuerpo de rubí, ...
Ya de tanto amar se me ha formado… No estás para leerlo ni yo para es… pero has de saber que nomás de ext… ya tengo el corazón amarillo, sali…
No hubo costilla de Adán para ti, fuiste hecha de cielo y pedazos de… de fuego y de llanto callado. Abro los ojos y estás conmigo, mi camino a la eternidad,
Yo, brujo de las palabras, de los… Venid a mí, amigas y amigos, Frases nunca dichas, metáforas por… Agua cala abra, leche de cabra... Yo, poeta frustrado y fracasado, d…
¡Ah! Infinita interjección de dol… como la cómplice más fiel de todas… más triste que ¡ay!, más sola que… como la “y” o la “o”... Qué desalm… con cuánta desesperanza emerges de…
Amanece mi alma, como si la noche la hubiese pasado en un infierno, y al mirarme en el río, me descubro los ojos lóbregos y húmedos como los del caracol; en efecto, he dormido con sueño...