11/14/2017
#Verso libre
Es como el tiempo, que plasmado en la piel, ¡se paraliza!
Algún día padre, me darás tu mano. Y yo también,
Si los suspiros mueren en el oído de quien los causa, la vida fuera mucho más bella y placentera.
El dolor es inevitable, pero, ¿y el sufrimiento? ¿Debemos aprender a convivir con él?
Gracias te doy por estar presente en el día a día. Tu amistad sincera es regocijo y aliento.
El miedo late, golpea por doquier, escuece y arde. Irrita los sentidos, desvanece la vida.
¿Qué es ese velo que oculta tantos… ¿Esa prenda llena de misterios que… ¿Es un manto sensual y transparent… formas, colores, rizos, canas, tristezas o alegrías?
Hoy he caminado descalza sobre la hierba húmeda. Lo hice, cerrando los ojos,
Cuando yo sea niebla, polvo, o simplemente “nada”
En hoguera de melancolía hundo mis manos, y comienzo un intenso conjuro entre mi alma y yo.
No soy perfecta, la perfección no es vida. Es obsesión, y eso, ya es un defecto. ¡Errar para vivir!
Todo segundo, es parte del pasado en cada instante.
Cae la gota sin saber su final. Turbio destino.
Para mí, “el paraíso” puede ser, simplemente, apoyar la cabeza
Entre las nubes, cabalgo tan veloz, que aplasto al viento.