Haiku 48
Mayo 26/2019
En aquella capilla medieval había un viejo sótano y ella, (una chica joven llena de curiosidad), no dudó en bajar la fría escalera hasta adentrarse en esa estancia lúgubre con olor a si...
Siento tu risa como ese eco distante que se aleja en la frialdad de cada invierno. Y tu voz...
Acompañando al viento, la hoja seca se aleja en calma.
En soledad el eco del silencio anida en mí.
¡Mi padre amado! te recuerdo y te extraño con gran nostalgia. En tu última mirada, no pude estar contigo.
¡Pasan los días! Lentos, implacables con esa letanía que se convierte
Ese sonido de las pisadas sobre las hojas secas. Esconde una sensible melodía que encanta.
Te observo lleno de años y de hist… decorando el final de ese sendero, y tú, árbol milenario te alzas fie… donde amarillas flores ríen gloria… Te miro y oigo todas tus memorias
Últimamente, o quizás desde hace bastante tiempo, me imagino cosas un tanto extrañas. Por ejemplo pienso, que “al doblar una esquina” Es esa sensación de enfrentarme a lo desconocido de...
Cuando yo sea niebla, polvo, o simplemente “nada”
Tu mirada sincera y penetrante manifiesta tu indómito carácter, eres fiel y obstinado escudriñante… hermoso y suave cual resbaloso hám… Te regocijas ante cualquier mimo,
Abro mis ojos, miro el amanecer. Siento el aroma de la mañana y digo: ¡desperté!, soy feliz.
En su alma simple, cuanta veracidad encierra un Haiku.
¡Cuanta hermosura! río, árbol, viento, flor. Lluvia de abril.
Cae la tarde y me sorprendo contemplando el ocaso del día, cuando una brisa fría y húmeda me estremece.