Haiku 48
Mayo 26/2019
#Haiku
Gracias te doy por estar presente en el día a día. Tu amistad sincera es regocijo y aliento.
La rana duerme, tranquilidad nerviosa. ¡Puede saltar!
La carne muere, envejece y nos duele como los años. El alma, siempre viva, nos impide morir.
Con un suspiro, libero tantas cosas, tantas, ¡que floto!
Es como lluvia que cayéndonos sobre la piel no moja. Es negra oscuridad rebozante de luz.
Desde mi ventana todo parece igual, los árboles o aquella pared que una vez estuvo llena de musgo dando un verdor húmedo a mi jardín, pero no es cierto... Había un árbol grande que ya n...
Guardó su amor en barco de papel, y se perdió.
Enlazadas nuestras tristes manos atravesamos la gran ciudad, sería nuestro último verano para enfrentar la realidad. Llegaste a tu morada final
Marinero de aguas mansas y profund… tu vida corre como corriente fría, entre olas, cielo y mareas vagabun… que se hunden, vienen y van con fa… Marinero que bajo ese sol faenas,
¡Pobre Arlequín! lloran tus ojos… aunque en tu rostro exista la sonr… sólo es tuyo el lamento de la bris… que con amor y gran ternura vistes… ¡Tú, mi Arlequín! que escasamente…
No soy perfecta, la perfección no es vida. Es obsesión, y eso, ya es un defecto. ¡Errar para vivir!
Se hace tarde, muy tarde... y el viento sacude los laureles. Entre humos y sombras regresa la n… La casa duerme, y yo, desvelada, descanso mi frente en la barandill…
Croa la rana, salta al oscuro charco. Mira al nenúfar.
Cae la tarde y me sorprendo contemplando el ocaso del día, cuando una brisa fría y húmeda me estremece.
El silencio habla y también ensordece cual vulgar ruido. Podemos escucharlo si aprendemos a oír.