Haiku 27
Mayo /16/2016
El silencio habla y también ensordece cual vulgar ruido. Podemos escucharlo si aprendemos a oír.
Te di la vida y te amo como nadie. Quiero tenerte, saberte cada día, darte siempre mi abrazo.
Sus risas, llantos y carantoñas son inagotables. La dicha de tenerlas enriquecen mi vida.
Las cuatro décadas de tan hermosa niña, suman otoños.
Esa codicia... hace que cualquier reto sea pequeño.
Marinero de aguas mansas y profund… tu vida corre como corriente fría, entre olas, cielo y mareas vagabun… que se hunden, vienen y van con fa… Marinero que bajo ese sol faenas,
Regreso como cada día por esa calle tan habitual, siempre a la misma hora, como inevitable rutina a la que nos somete la vida. Encima de mí, un cielo de invierno donde no se oye el cant...
Suave cadencia, tibio frescor que abraza. ¡Así es mi mar! Siempre sueño con él, siempre... me pierdo en él.
Cae la tarde y me sorprendo contemplando el ocaso del día, cuando una brisa fría y húmeda me estremece.
El trueno ruge. Y allá en la oscuridad, aúlla el lobo.
Fueron tus manos, incansables y férreas parando el tiempo. La Odisea de Ulises tu consuelo final.
Bajo la luna, las gotas de rocío, ¿turban mi sueño?
El dolor es inevitable, pero, ¿y el sufrimiento? ¿Debemos aprender a convivir con él?
¡Oh! sol de vida, nutriendo las crisálidas, ¡Hay mariposas!
La carne muere, envejece y nos duele como los años. El alma, siempre viva, nos impide morir.