Ojalá pudieras volver.. Haiku 33
julio 10 / 2014 Hermana: Hoy, a los dos años de tu partida, solo deseo que vuelvas.
El silencio habla y también ensordece cual vulgar ruido. Podemos escucharlo si aprendemos a oír.
Amanda baila como las bellas aves que baten alas. Su ritmo es como viento incansable y tenaz.
Y yo aún aquí, mientras canta la alondra y nace el día.
Suave cadencia, tibio frescor que abraza. ¡Así es mi mar! Siempre sueño con él, siempre... me pierdo en él.
... Pero, me encanta oír cuando me llaman mamá, me enorgullece ver bailar a mi nieta, jugar con mis pequeñas y escucharlas decir “abuela”. Disfruto paseando a mi perro y anhelo en la p...
Últimamente, o quizás desde hace bastante tiempo, me imagino cosas un tanto extrañas. Por ejemplo pienso, que “al doblar una esquina” Es esa sensación de enfrentarme a lo desconocido de...
Volando el águila sobre la inerte presa, queda solo huir. Sus garras se le acercan... ¡corre, sálvate, vive!
Saliendo el sol, corrí veloz al campo. ¡Volvió a llover!
Cae la gota sin saber su final. Turbio destino.
Las hojas secas se pierden junto al viento; ¡Adiós otoño! Y pleno de aire gélido llega el cálido invierno.
Canta el Jilguero en su vuelo ondulado. Son sus gorjeos tan dulces y animados que deleitan la vida.
El miedo late, golpea por doquier, escuece y arde. Irrita los sentidos, desvanece la vida.
La carne muere, envejece y nos duele como los años. El alma, siempre viva, nos impide morir.
Entre las nubes, cabalgo tan veloz, que aplasto al viento.
Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!