Febrero /02/2015
#Pensamiento
Acompañando al viento, la hoja seca se aleja en calma.
Por favor, ven y rompe este silencio que me ensordece.
Gracias te doy por estar presente en el día a día. Tu amistad sincera es regocijo y aliento.
Ese viejo árbol que yace junto al río no puede erguirse. La corriente lo inclina pero a su raíz, ¡no!
Canta el Jilguero en su vuelo ondulado. Son sus gorjeos tan dulces y animados que deleitan la vida.
El miedo late, golpea por doquier, escuece y arde. Irrita los sentidos, desvanece la vida.
¡Mi padre amado! te recuerdo y te extraño con gran nostalgia. En tu última mirada, no pude estar contigo.
Amanecer en un día nublado; nos hace verlo, como el sutil frescor que nos regala el cielo.
Marqué en la arena los instantes vividos con añoranza. Y fue el viento travieso quien guardó mis memorias.
La cigüeña se aferra a su alto nido y mira airosa. Son sus potentes alas amparo de su prole.
Todo segundo, es parte del pasado en cada instante.
El silencio habla y también ensordece cual vulgar ruido. Podemos escucharlo si aprendemos a oír.
Nueva vida latía en su interior. Su juventud extrema, arropaba su vientre
Olor a lluvia, soledad aparente. ¡Cantan las aves!
¡Linda es la vida! En un mundo de penas, siempre habrà flores.