Haiku 50
Enero 23/2020
Amanda baila como las bellas aves que baten alas. Su ritmo es como viento incansable y tenaz.
¿Noche de estrellas, luciérnagas y luna? ¡Todas me alumbran!
¡En el silencio! siento el cálido arrullo de las palomas.
Cuando me abrazas, la vida se detiene. Es el consuelo de unir nuestros latidos y entregarnos los dos.
Es como el tiempo, que plasmado en la piel, ¡se paraliza!
¡Cuantas historias! Una mirada así, lo dice todo.
El silencio habla y también ensordece cual vulgar ruido. Podemos escucharlo si aprendemos a oír.
Entre las ramas, rosas blancas al viento. Luego, ¡el cielo!
Esa codicia... hace que cualquier reto sea pequeño.
¿Que es una nube? algo bello y fugaz que se va o muere. ¿Amor de madre? va en una dirección...
Septiembre, octubre, miles de hojas nos cubren. ¡LLegó el otoño!
Las hojas secas se pierden junto al viento; ¡Adiós otoño! Y pleno de aire gélido llega el cálido invierno.
Hermosa palabra, llena de esos matices que irradian vida. Es cuando el mar y el cielo se funden en un beso.
Fueron tus manos, incansables y férreas parando el tiempo. La Odisea de Ulises tu consuelo final.
En soledad el eco del silencio anida en mí.