04/04/2016
Amanecer de un domingo gris, lleno ¡de abrazos! ¡de despedidas!
¿El primer beso? fue el bello despertar de la inocencia .
Esas niñas mías que tanto amé. Esa entrega incondicional y transparente,
Amanda baila como las bellas aves que baten alas. Su ritmo es como viento incansable y tenaz.
Algún día padre, me darás tu mano. Y yo también,
—Dime q me quieres, que me extrañas. Dime que me necesitas... —Te quiero, te extraño,
Ese sonido de las pisadas sobre las hojas secas. Esconde una sensible melodía que encanta.
¡Pasan los días! Lentos, implacables con esa letanía que se convierte
Viejo reloj, que gira sin cesar, evoca al tiempo.
El dolor es inevitable, pero, ¿y el sufrimiento? ¿Debemos aprender a convivir con él?
Saliendo el sol, corrí veloz al campo. ¡Volvió a llover!
Los dos jamás podrán brillar unidos. El sol no sabe que para que haya luna, debe irse con la noche.
La mentira y la verdad, suelen ser o no creíbles. Todo depende del momento en que se digan.
El trueno ruge. Y allá en la oscuridad, aúlla el lobo.
... Pero, me encanta oír cuando me llaman mamá, me enorgullece ver bailar a mi nieta, jugar con mis pequeñas y escucharlas decir “abuela”. Disfruto paseando a mi perro y anhelo en la p...