#Cubanos #Matanceros #SigloXIX #SigloXX
Ya estaban lejos los bronces malditos. Sobre los muertos, ya no volaban los ángeles. Solo volaban los cuervos sobre los muertos malditos.
Esta camisa blanca que mi madre ha… tan llena del aroma íntimo de mi c… tiene una santidad cuyo oculto sen… ni envejece ni pasa…! Yo podré ser mañana un hombre pote…
Tres de la tarde. Aburrimiento. F… Suave olor de jazmines en mi estan… En mi mesa un león de terracota Es frágil negación de la arroganci… Literaturas clásicas apenas
Tengo el decir enfermo de una nieb… oh Dios, y se me torna de humo la… Yo la deseo límpida… Yo la ambici… El valle tiene nieblas y lo veo a… Sol, oh sol, oh sol mío! Necesito…
¡Valle de Yumurí...! ¡Inmenso val… Verdor que es una ofrenda de grati… al Yumurí risueño que te besa y fe… que no es Ganges copioso o Nilo q… sino deslizamiento de tímidas caut…
Mientras lentamente los bueyes cam… las viejas carretas rechinan… rech… Lentas van formando largas teorías por las guardarrayas y las servent… Vadean arroyos, cruzan las montaña…
Tengo llena de verde la pupila: verde de campo, de tus ojos, verde de mar y de esperanza, en el que p… rosas de amor tu hermana Primavera… ¿Será mi corazón una esmeralda
Vine a decirte adiós, piedra desnu… Te quedas sola en medio de la noch… Muchas veces en ti recliné mi cabe… y tuve el sueño de Jacob. Ahora, al continuar el viaje, no me llevo
Está encantada y encantada queda en el recuerdo que a su luz se iri… Nadie espere que hipócrita o sumis… a cortejar el deshonor acceda. En carrera ideal su fama rueda;
Musa patria: pon a tono con la autóctona belleza la anacrónica realeza de tu manto y de tu trono. No es el perpetuo abandono
El hombre duerme sobre el banco... El hombre gris, el hombre negro, e… La luna poetiza la figura dormida y alarga la esquelética geometría… que apresa el sueño del hombre en…
Bajo el alón plumado de amplísimo… inquieres la presencia de una alti… que ha de cruzar contigo las dudas… lleno de regocijo o lleno de amarg… Acércome a tu lado… Tu frente pen…
Ciñe orgullosa de Minerva el casc… El ideal que en su leyenda flota traduce un aislamiento de gaviota desmayada en un sórdido peñasco. Decir su nombre es como abrir el f…
Mi corazón y yo Mi corazón y yo dejamos la ciudad. Atrás, piedra labrada a cincel, ag… estrechos callejones, suntuosos pa… multitudes, atrás...
Abandonada a su dolor, un día en que la sombra la envolvió en su… me dijo el corazón que ella vendrí… en el milagro espiritual de un vue… Abrí los pabellones solitarios;