de Irremediablemente, 1920
#Argentinos #Mujeres #SigloXX #Suicidio
Un día estaré muerta, blanca como… dulce como los sueños en la tarde… Un día estaré muerta, fría como la… quieta como el olvido, triste como… Un día habré logrado el sueño vesp…
Señor, mi queja es ésta, Tú me comprenderás; De amor me estoy muriendo, Pero no puedo amar. Persigo lo perfecto
Me protegen tus brazos del inviern… Bajo su amparo tierno Dejo pasar las horas en letargo Triste y largo. Siento que toda cosa me es amada,
Hay un cisne que muere cercado en… Un cisne misterioso de ropaje de s… que en vez de deslizarse en la cor… se estanca fatigado de mirar el es… El cisne es un enfermo que adora a…
Tú me dijiste: no lloró mi padre; tú me dijiste: no lloró mi abuelo; no han llorado los hombres de mi r… eran de acero. Así diciendo te brotó una lágrima
Dónde estarás ahora? Eras tan dul… de los cabellos rubios y los ojos… Niño que a pesar mío fuiste mi pri… ¡Oh, mi pálido niño! Tan humilde era el beso que besaba…
Soy suave y triste si idolatro, pu… bajar el cielo hasta mi mano cuand… el alma de otro al alma mía enredo… Plumón alguno no hallarás más blan… Ninguna como yo las manos besa,
Hoy me mira la luna blanca y desmesurada. Es la misma de anoche, la misma de mañana. Pero es otra, que nunca
El día que me muera, la noticia ha de seguir las práticas usadas, y de oficina en oficina al punto por los registros seré yo buscada. Y allá muy lejos, en un pueblecito
Vamos hacia los árboles... el sueñ… Se hará en nosotros por virtud cel… Vamos hacia los árboles; la noche Nos será blanda, la tristeza leve. Vamos hacia los árboles, el alma
Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina… tenme prestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados. Voy a dormir, nodriza mía, acuésta…
Oh, tú que me subyugas. ¿Por qué… ¿Por qué has venido ahora cuando e… Cuando rosas no tengo para hacerte… Una alegre guirnalda salpicada de… Oh tú, de la palabra dulce como el…
Tristes calles derechas, agrisadas… por donde asoma, a veces, un pedaz… sus fachadas oscuras y el asfalto… me apagaron los tibios sueños prim… Cuánto vagué por ellas, distraída,…
Altivo ése que pasa, miradlo al ho… En sus manos se advierten orígenes… No le miréis la boca porque podéis… no le miréis los ojos, pues moriré… Cuando va por los llanos tiembla e…
Siete veces hicimos en media hora el mismo camino. Íbamos y volvíamos al lado de la verja de un jardín, como sonámbulos. Respirábamos la humedad nocturna y olorosa que subía de los cant...