Dragón de dos cabezas
Romance noveleresco
¿Sabéis lo que aconteció?
pues creo lo voy a explicar,
aunque la vida me lleva
sin quererlo imaginar,
confines insospechados
lugares de poco fiar,
sombras extrañas que fluyen
me impedían respirar.
Fue cuando blandí la daga
como capitán de gárgola,
en pie de altiva mirada
que evitaba cavitar.
Hice frente a aquel maligno
clavando mi daga amarga
en su duro corazón
y aunque emergiese del mar,
más mis fuerzas flaquearon
para lucha continuar
asestame un duro golpe,
con la fuerza de un jaguar
que casi pierdo el sentido
y cordura que resguarda
mi aguerrido pensamiento,
que me hizo tambalear.
Suerte que tuve aquel día
y en aquella hora me embarga,
una emoción cruel y eterna
al verlo hundido en el mar,
pues tras haberle ensartado
daga, le hice tropezar.
Como una pesada losa
se hundía tan cruel bastardo
tragado por su seca ira
aplacada por el mar.
Un dragón de dos cabezas
abatido por mis armas,
una daga más empuje
que no pude imaginar.
“SENDEROS”
Fdo.: Alfonso J. Paredes
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