Mi patria es la calle profunda de… es la espuma de la ola coronando l… es el suelo por donde piso, y no t… Mi patria es la patria de la suert… es la patria del diptongo,

Me desperté una mañana fría y heri… por la escarcha de los charcos del… por eso es por lo que el libro, el… sin poderlo remediar seguia su des… Escarcha es la hoja del cuchillo

Las esquinas de la calle huelen a… de las eyecciones inoportunas de l… los bares cierran sus puertas, al paso de mi amigo, que va de ent… El olor del paso de la comitiva a…

Anda que... menuda me ha caído, que por prebendas me alojo en un o… y con cuidado me adentro en un nid… Tú no sabes lo que yo paso, por vivir en la jungla donde yo vi…

Toma mi hombro, llorona, cuando caminas por la arena y la brisa del mar se asoma, a tu respirar morena. Nos dijimos adiós, llorona,

El poeta nunca dejará de ser poeta porque el poeta nunca duerme, solo sueña. Ve más allá de su propia concienci… porque ve las cosas de otra manera…

En este mercado de noble finura la fruta es madura. Comí una manzana por sana que fuera,

Ya no te acuerdas de la calle. ni de lo que hiciste con la mente del pobre diablo de J. Pi. Fascinante caen ante tus pies desafiando a la muerte.

La soledad no es mía tiene vida propia y se retroalimen… te envuelve como en una toalla y t… durante demasiado tiempo. Es una sensación de compañía,

una, dos y tres, hoy he visto a un sicópata sentado… con el cuchillo todavía entre los… Cuatro, cinco y seis, con la mirada perdida en la acera…

En un lugar de España, de añoranzas de lo añejo, con mucha maña se engaña, con una caña de vino viejo. Extraña la Buelga de Ciaño,

Es el agua del mar la hermana cara… y la lágrima, su fulgor, su brillo… El llanto es el agua que se rompe… es el mar de marea alta y fuerte o… Desde que se peca, el hombre llora

¿Cómo es el amor?, ¿El amor? preg… Veía niebla en la mañana, aunque Lee y sus amigos no sabían qué era amar. Viniste entre dos fuegos vivos,

Despertar de un sueño de olvidos de nacidos sin pan, sin padres, de madres sin hijos y de hijos huérfanos de ambos sonidos. Olvidar enclaustrado en la celda

Sueño, querida margarita, que los años que te he arrancado y cortado por tu blanquecina corol… pasaron demasiado rápido. Pero he de decirte,