#EscritoresEspañoles (Sangre gorda)
Con sus nieves y aguas mil al invierno el sol destierra; suspira alegre la tierra y ese suspiro es abril. ¡Abril!, el primer albor
Quiero y no quiero decir, y estoy sin decir diciendo quiero y no quiero querer, y estoy sin querer queriendo
Tersa, alegre, blanca y fina… en apariencia es igual la nieve a la sal marina. Dime tú, Nieves divina, si eres nieve o eres sal.
Negro se va pa Triana. Y ér sabe que hemos reñío porque a mi me ha dao la gana. ¡Es mío! ¡Na más que mío! ¡Qué pases las de mañana!
Esta noche mando yo, mañana que mande quien quiera: esta noche he de poner por las esquinas banderas.
Tierra de nuestro amor: ¡Dios te… Que en tu glorioso porvenir risueñ… nunca te falten ni voz amiga ni hilos de luz en que tejer un su… Que fecundes tus campos sin fatiga…
De aquel amor guardo siempre, como reliquias sagradas una rosa y un recuerdo un suspiro y una lágrima. Misterios de mi ternura:
Por tu cara rebonita te he comparao mi amó a la primera estreyita que sale ar ponerse er só Tienes unos dientes
No pases más por mi casa, que la gente es muy chismosa; yo no paso por la tuya, y estoy allí a todas horas.
La acción, en Andalucía Sevilla, calle Alminar. Salita fresca y sombría; menaje de buen pasar; hora, la del mediodía.
Era un jardín sonriente; era una tranquila fuente de cristal; era, a su borde asomada, una rosa inmaculada
Ni er clavé más primorozo, ni la roza más galana tienen tayo mas garbozo que tu carita zerrana
La marisma se llena del sol de Mayo y recibe a la Virgen bajo su palio. Y el sol la besa
Dime, «¿por qué es ese llanto?» «Por una ilusión perdida, por una reciente herida, por un nuevo desencanto...» «Pues no llores más... y olvida»
También después de una pelea hay un cuartito de hora bueno en que el cariño saborea la miel que sale del veneno.