#EscritoresMexicanos Los interiores jardines
¿En qué cuento te leí? ¿En qué sueño te soñé? ¿En qué planeta te vi antes de mirarte aquí? ¡Ah! ¡No lo sé..., no lo sé!
Pasó con su madre. ¡Qué rara bell… ¡Qué rubios cabellos de trigo garz… ¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innat… de porte! ¡Qué formas bajo el fino… Pasó con su madre. Volvió la cabe…
Bardos de frente sombría y de perfil desprendido de alguna vieja medalla; los de la gran señoría, los de mirar distraído,
Mi alma es una princesa en su torr… con cinco ventanitas para mirar la… Es una triste diosa que el cuerpo… Y tu alma, que desde antes de mori… es un ala magnífica, libre de toda…
Inútil es tu gemido: no la mueve tu dolor. La muerte cerró su oído a todo vano rumor. En balde tu boca loca,
quote|Now I must sleep ... BYRON To die, to sleep... to sleep... perchance to dreame. HAMLET, III, IV
quote|Donc, bonsoir, mignon, et à… (Palabras que Ana me dejó escrita… noche en que tuvimos que separarno… ¡Buenas noches, mi amor, y hasta m… Hasta mañana, sí, cuando amanezca,
¡Tin, tin, tin, tin! Yo caigo del… redoble, al campo y todos los césp… ¡Tin, tin! ¡Muy buenas tardes, mi… Poeta, buenas tardes, ¡ábreme tu v… Soy diáfano y geométrico, tengo es…
¡Oh reyes, me trajisteis hace un a… excepcional: un gran dolor! Fuisteis conmigo pródigos, cual mo… Oriente, Baltasar, Gaspar y Melchor.
Adoremos las carnes de marfiles, doremos los rostros de perfiles arcaicos: aristócrata presea; las frentes de oro pálido bañadas, las manos de falanges prolongadas,
Bien ves, si me estás mirando, que desde que te perdí, mi vida se va pasando piadosamente pensando en ti;
¡Oh, Señor! yo en tu Cristo busqu… le ofrendé mis quince años, mi sex… y por Él ha quedado mi faz de náca… mostrando palideces de viejo cirio… ¡Mas Satán me persigue y es muy h…
¡Bienaventurados, los dignificados por la dignidad glacial de la muer… los invulnerables ya para los had… una y misma cosa ya con el Dios fu…
A veces, en sueños, mi espíritu fi… escenas de vidas lejanas: yo fui un sátrapa egipcio de rostro de es… de mitra dorada, y en Menfis viví.
La muerte nada quiere con los tris… Subrepticia y astuta, aguarda a que riamos para abrirnos la tumba y, con su dedo trágico, de pronto