Mi piel y mis raíces se refugiaron… Dibujo-te con yuyos con rueditas y espirales toco-te las sienes con las yemas de mis dedos
Tiene los senos como de verano y adentro un botón. De tanta dicha: la blanca desea
Tengo las antenas prendidas; unas cuantas certezas firmes, estr… también algunas incertidumbres —¡bienvenidas! que están para navegarse–
Hasta cuándo puedo seguir jugando con el diccionario mientras intento convencerte de que salir de este alboroto será placentero. Es como si hubiese cruzado la puerta del laberinto adent...
Lunes kilométrico de crujir en las internas de inciertos y pieles perfumadas de un messenger de amor
¿es esto el preludio de un amor canónico erigido —ni más ni menos— que por el absurdo?
El ceño tenso: en la cama en el subte en la tarde. La espalda sin postura
Reiteradas veces me encuentro pensando en cómo (y para qué) compartir los beneficios que la práctica diaria de yoga le trajo a mi vida en tantos aspectos sin c. creer que todos necesita...
cuando la última palabra dicha soc… se escucha en eco y suena fea como mal dicha como si la boca que pronuncia fues… como si por la repetición perdiera…
Como dos astas maduras se cae mi conciencia profunda y sólo encuentro alivio en el reco… Por hoy, hay una mirada que no se perdió en…
Un cuerpo de tierra el vientre esencial: la madre savia. Descompone –hilo por hilo– un lega… añejo, decrépito, oscuro.
¿Dónde busca consuelo cualquiera cuando lo que rebosaba no está der… sino ausente? ¿existe un refugio si hay pérdida? ¿Por qué solo el paso del tiempo d…
me arrancaste un dolor antiguo que se movía por dentro punzándome la espina dorsal. Con tu canto, con las manos blandas
Doy gracias al primer santo: serenos hoy construimos un templo a la distancia que como indica es: también refugi…
Me introduje, visceral, mientras devoraba el consumo de los cuerpos, de las pieles,
