poemas muertos palabras perdidas en mis noches en vela versos que pasean en la calesita eterna
Lluvia, autos, ruido Ómnibus que van y vienen Jueves en Montevideo Café, música, suspiros Las horas pasan
Tengo puesto ese vestido El de esa noche Inefable de verano Tengo puesto ese vestido Te acordás
Me desbordo Soy una copa De vino rebalsada De vino rojo y espeso Me desbordo
Quiero embriagarme con el sabor áspero de tus besos impacientes que hoy no son más que una foto en sepia
Un paso más y el abismo Una caída eterna al despertar de mis sentidos
Es acaso posible Convivir con este impulso reprimid… Con estas ganas apagadas a la fuerza Se puede acaso dejar de desear
Lo puedo tocar al cuerpo diáfano de las horas irrecuperables y de los momentos por siempre en el ayer encallados
Otra despedida Esta, un poco más tierna Aunque no recuerdo tanto la anteri… Otra partida tuya Esperada e inevitable
Me muero de las ansias reprimidas y de las palabras censuradas
En este mundo inerte Gris y mundano El mero recuerdo de tu tacto Me envía una tierra de etérea dich… En este mundo injusto
Asfixio el grito contenido de mi alma Camuflo La desazón profunda de mis entraña… Soy un disfraz
Duele tu ausencia, Mi soledad escondida En el deseo de tu piel Duele saberte lejos, Entre otros brazos,
Las puertas de mi bóveda ansiosas anhelan abrirse con el tacto helado de tu llave de plata
Escucho el río Ese río que parece mar El ruido de las olas Que llega desde el Sur Escucho los autos