Es un suplicio
como una sed inextinguible
en el desierto árido y vasto
sin tener al alcance
el oasis de tus labios
Es un suplicio
esta gota gruesa
de agua turbia
colgando del techo
para nunca terminar de caer
Es un suplicio
esta rutina insípida
y los días desteñidos
y el estar rodeada de gente
y aún así seguir sola
Es un suplicio
este juego macabro
de esbozar una sonrisa
con la copa en un mano
y tu ausencia en la otra
Es un suplicio
poder oír, pero no escuchar
porque el tono afable
de tu voz lejana
sigue penetrando mi mente
Es un suplicio
ser esta mancha negra
de tinta derramada
en el lienzo virgen
de lo que pudo ser