Poesías. Londres (1810-1829)
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Fazañas valerosas que el divino premio alcanzaron de inmortal memo… recuerdan en papel y en pergamino ya la moderna y ya la antigua hist… Héroes por este y por aquel camino
Solemne audiencia un día daba el Amor; servía Capricho de portero y a Dama y Caballero que de su gusto era
Saludad, pobres cautivos, a la Virgen redentora; alce cánticos festivos la devota cristiandad; ¡oh, qué hermoso brilla el día
POETA —Escucha, amigo Cóndor, mi exorci… obedece a la voz del mago Mitre, que ha convertido en trípode el pu… apréstate a una espléndida misión.
«I woke.—Where w
No para mí, del arrugado invierno rompiendo el duro cetro, vuelve ma… la luz al cielo, a su verdor la ti… No el blando vientecillo sopla amo… o al rojo despuntar de la mañana
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Divina poesía, tú, de la soledad habitadora, a consultar tus cantos enseñada con el silencio de la selva umbría… tú, a quien la verde gruta fue mor…
Suele dar Dios en dulce miel temp… el acíbar del cáliz de la vida, y aun teniendo el azote levantado, su providencia paternal no olvida; por más que en este valle malhadad…
¿Sabes, rubia, qué gracia solicito cuando de ofrendas cubro los altar… No ricos muebles, no soberbios lar… ni una mesa que adule al apetito. De Aragua a las orillas un distri…
Quise más de una vez, en mala hora… escribir una página, Isidora, que detener tu vista mereciera. Desoyome mi Musa. Toda entera me pasé, te lo juro, esta mañana,
¿Qué nuevas esperanzas al mar te llevan? Torna, torna, atrevida nave, a la nativa costa. Aún ves de la pasada
Hay una magia en tu cantar, Teres… que deliciosamente me embelesa. ¿Gimes? traspasa el alma tu gemido… ¿lloras? me arranca lágrimas tu ll… No sé decir si alegre o dolorido
Ve a rezar, hija mía. Ya es la ho… de la conciencia y del pensar prof… cesó el trabajo afanador y al mund… la sombra va a colgar su pabellón. Sacude el polvo el árbol del camin…
Adiós campiña hermosa del olivar ameno, morada deliciosa donde feliz viví. Mientras mi pecho anime