De polvo y tiempo.
Tenue albor de polvo y partícula.
Como mota de polvo, he regresado después del vuelo
Por eternos parajes de viento ciudad y tiempo.
Donde aprendí a hacer nada y mirar la vida
Mirar la vida como quien mira el cielo.
A veces vacío y otras repleto de nubes formas y colores.
Con un eterno azul que se parece al de los relatos de hombres enamorados
Cuando nombran algunos ojos o algunas piedras.
Ardí en la penumbra y volé convertido en nada.
Un espíritu, una emanación, un secreto y un alivio.
Una partícula brillante a la luz de una ventana
Inmersa en la infinita replica de mis semejantes.
Una mota de polvo entre tantas
por un segundo brillando
A la luz de la ventana
en un silencio claro
Como este poema
que no dice nada
nada.
.
