#SigloXX #Venezolanos
Siempre es el mar donde mejor se q… fue siempre el mar donde mejor te… al amor, como al mar, no hay quien… ni al mar, como al amor, quien lo… No hay quien como la mar familiari…
No son para la Lira manos que odi… ¡para cantarte me he pulsado el al… Con un temblor de novia que se ini… con un azoramiento de novicia, el candor de las páginas, rebaño d…
Vuelvo los ojos a mi propia histor… Sueños, más sueños y más sueños...… más gloria... odio... un ruiseñor… y asómbrame no ver en toda ella ni un rasgo, ni un esbozo, ni una…
Madre, si me matan, que no venga el hombre de las sill… que no vengan todos a pasar la noc… rumiando pesares, mientras tú me l… que no esté la sala con los cuatro…
La última noche que pasamos juntos… lo preguntó: —¿Cuántas estrellas tiene el cielo… —Trescientas cincuenta mil. —¿A que no?
Ya rindió una jornada la fiebre de… y aún están los leones de mi numen… los músculos alertas para nuevos z… y firmes los pulmones para nuevos…
La cola en el árbol, la boca en el… es todo un cauce: entra al Orinoco la cascada viva, el tributario de carne.
A un año de tu luz, e iluminado hasta el final de su latir, por el… desanda el viaje el corazón cansad… De tu voz, de tu mano y de tu huel… retorna a la niñez, donde palpita
Me das tu pan en tu mano amasado, me das tu pan en tu fogón cocido, me das tu pan en tu piedra molido, me das tu pan en tu pilón pilado. Me das tu rancho en tu palma arrop…
¡Ah mundo! La negra Juana, ¡la mano que le pasó! Se le murió su negrito, sí, señor. —Ay, compadrito del alma,
¿Es una nube? ¿Es un punto vacío en el azul...? No. amigo mío, en un bando de garzas... Son las n…
Es el Capitán del Río; viejo zorro dormilón, viejo Neptun… con ese dolor de eternidad de los que se salvaron del Diluvio En la playa candorosa
Cuando se tiene un hijo, se tiene al hijo de la casa y al d… se tiene al que cabalga en el cuad… y al del coche que empuja la insti… y al niño gringo que carga la crio…
Me muero por preguntarte si es igual o es diferente querer y amar, y si es cierto que yo te amo y tú me quieres. —Amar y querer se igualan
Cuando tú te quedes muda, cuando yo me quede ciego, nos quedarán las manos y el silencio. Cuando tú te pongas vieja,