#EscritoresEspañoles (1985) Prosemas menos o
Sí: la realidad propone siempre sueños… mas sólo uno entre muchos elige la… De quien madruga a verla, y no del sol,
Cuando el hombre se extinga, cuando la estirpe humana al fin se… todo lo que ha creado comenzará a agitarse, a ser de nuevo,
Entonces, en los atardeceres de verano, el viento traía desde el campo hasta mi call… un inestable olor a establo
Esperanza, araña negra del atardecer. Te paras no lejos de mi cuerpo abandonado, andas
Otro tiempo vendrá distinto a éste… Y alguien dirá: «Hablaste mal. Debiste haber cont… otras historias: violines estirándose indolentes
Siempre alguna mujer me llevó de l… (para no hacer mención de otros ap… Anillado como un mono doméstico, salté de cama en cama.
Ayer fue miércoles toda la mañana. Por la tarde cambió: se puso casi lunes, la tristeza invadió los corazones y hubo un claro
Deja para mañana lo que podrías haber hecho hoy (y comenzaste ayer sin saber cómo)… Y que mañana sea mañana siempre; que la pereza deje inacabado
Si tuviésemos la fuerza suficiente para apretar como es debido un tro… sólo nos quedaría entre las manos un poco de tierra. Y si tuviésemos más fuerza todavía
El otoño se acerca con muy poco ru… apagadas cigarras, unos grillos ap… defienden el reducto de un verano obstinado en perpetua… cuya suntuosa cola aún brilla haci…
Cuando es invierno en el mar del… es verano en Valparaíso. Los barcos hacen sonar sus sirenas… puerto de Bremen con jirones de ni… en sus cabos,
Una revolución. Luego una guerra. En aquellos dos años —que eran la quinta parte de toda mi vida—, ya había experimentado sensaciones…
Meriendo algunas tardes: no todas tienen pulpa comestible. Si estoy junto a la mar muerdo primero los acantilados. Luego las nubes cárdenas y el ciel…
Son las gaviotas, amor. Las lentas, altas gaviotas. Mar de invierno. El agua gris mancha de frío las rocas. Tus piernas, tus dulces piernas,
Aquí paz, y después gloria. Aquí, a orillas de Francia, en donde Cataluña no muere todavía