Antonella Magliocco

De nombre Tesalia, provenida de Macacú

De Macacu vino,
Tesalia, nombre de promesas,
con el alma llena de mares
y las manos vacías de todo lo conocido.
 
Creció entre montañas que susurraban
y ríos que cantaban melodías viejas,
pero su mirada se alzaba más allá
de los cielos que la rodeaban,
más allá de lo que sus ojos podían ver.
 
Su nombre, Tesalia,
sonaba como un eco lejano,
como un susurro de tierras que no existían,
como un llamado de tiempos perdidos
que no podía entender,
pero que sentía vibrar en su ser.
 
Macacu la vio nacer,
pero el viento la empujaba hacia otros horizontes.
Las raíces no la podían retener,
porque su alma ya caminaba
hacia lugares que solo ella conocía.
 
Tesalia, hija de las tierras olvidadas,
un nombre que no es suyo,
pero que guarda secretos que aún no ha descifrado,
camina entre sombras,
pero sus pasos son luces que guían.

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