#Españoles
Cuándo tendré, por fin, la voz ser… sencillo el gesto, la ansiedad cum… sigilados los labios de la herida, mi pleamar cansada por tu arena. Cuándo mi sangre trazará en la ven…
¿Cómo comer sin ti, sin la piadosa Costumbre de tus alas Que refrescan el aire y renuevan l… Sin ti, ni el pan ni el vino, Ni la vida, ni el hambre, ni el ju…
Bebió en tu boca el tiempo enamora… y la cuajó con besos de paloma. Casto tu cuello, sobre el oro asom… tan sólo por el oro acariciado. Lunado el pelo, el corazón lunado,
Quién pudiera morderte lentamente Como a una fruta amarga en la cort… Quién pudiera dormir en tu asperez… Como el día en la sierra del ponie… Quién pudiera rendir la hastiada f…
Nadie mojaba el aire Tanto como mis ojos. Me decías: “¿Trabajas?” Me decías: “¿Ya es la hora del té… Y yo no te decía: “Te amo”;
Durante un anochecer en esta playa… Que una respiración Para los dos bastaba. Suspendieron el mar, para mirarnos… Su armonioso escalofrío,
Hay tardes en que todo Huele a enebro quemado Y a tierra prometida. Tardes en que está cerca el mar y… La voz que dice: “Ven”.
Alargaba la mano y te tocaba. Te tocaba: rozaba tu frontera, el suave sitio donde tú terminas, sólo míos el aire y mi ternura. Tú moras en lugares indecibles,
Tenía tanta necesidad de que me am… Que nada más llegar te declaré mi… Te quité luces, puentes y autopist… Ropas artificiales. Y te dejé desnuda, inexistente cas…
Si todo acabó ya, si había sonado La queda y su reposo indiferente, ¿Qué hogueras se conjuran de repen… Para encenderme el pozo del pasado… ¿Qué es esta joven sed? ¿Qué extr…
Ahora ya sé que no vendrás, pues m… pasea su vacilante noche por las p… y la ropa puesta a secar es toda n… y una campana agujerea las horas. Ahora ya sé que no vendrás
A pié van mis suspiros camino de mi bien. Antes de que ellos lleguen yo llegaré. Mi corazón con alas
A trabajos forzados me condena mi corazón, del que te di la llave… No quiero yo tormento que se acabe… y de acero reclamo mi cadena. Ni concibe mi mente mayor pena
Cómo retumba amor, cómo resuena Tu nombre, suelto en flor, por los… Su aletear de palomos azorados Ni el orden de la noche lo serena. Cuánta luna y qué olor de luna lle…