#EscritoresEspañoles
Quién pudiera morderte lentamente Como a una fruta amarga en la cort… Quién pudiera dormir en tu asperez… Como el día en la sierra del ponie… Quién pudiera rendir la hastiada f…
Si ya no vienes, ¿para qué te agua… Y si te aguardo, di por qué no vie… verde y lozana zarza que mantienes sin consumirte el fuego donde ardo… Cuánto tardas, amor, y cuánto tard…
Mientras yo te besaba Te dormiste en mis brazos. No lo olvidaré nunca. Asomaban tus dientes Entre los labios:
No por amor, no por tristeza, no por la nueva soledad: porque he olvidado ya tus ojos hoy tengo ganas de llorar. Se va la vida deshaciendo
Tu amor, ayer tan firme, es tan aj… tan ajenas tu boca y tu cintura, que me parece poca la amargura de que hoy mi alrededor contemplo… El mal que hiciste lo tomé por bue…
Quizá el amor es simplemente esto: Entregar una mano a otras dos mano… Olfatear una dorada nuca Y sentir que otro cuerpo nos respo… El grito y el dolor se pierden, de…
Bajo los fuegos de fugaces colores Que iluminan el aire de la noche, Dame tu mano. Mira abrirse las palmeras doradas,… Caen los frutos azules de la altur…
Arrebátame, amor, águila esquiva, Mátame a desgarrón y a dentellada, Que tengo ya la queja amordazada Y entre tus garras la intención ca… No finjas más, no ocultes la exces…
Mi cinturón aprieta tu cintura, Y tu sonrisa, mi corazón. Sobrevolamos las islas indecibles Y a nuestro paso las nubes se disi… ¿Cómo regresar al beso la armonía
Es hora ya de levantar el vuelo, Corazón, dócil ave migratoria. Se ha terminado tu presente histor… Y otra escribe sus trazos por el c… No hay tiempo de sentir el descons…
El arma que te di pronto la usaste Para herirme a traición y sangre f… Hoy te reclamo el arma, otra vez m… Y el corazón en el que la clavaste… Si en tu poder y fuerza confiaste,
Bebió en tu boca el tiempo enamora… y la cuajó con besos de paloma. Casto tu cuello, sobre el oro asom… tan sólo por el oro acariciado. Lunado el pelo, el corazón lunado,
Tengo la boca amarga y no he mordi… El alma, atroz, y la canción, tron… No sé qué fuerza traigo en la mira… Ni qué traigo en mi cuello, de ven… No sé ni cómo ni por qué he venido…
Cómo retumba amor, cómo resuena Tu nombre, suelto en flor, por los… Su aletear de palomos azorados Ni el orden de la noche lo serena. Cuánta luna y qué olor de luna lle…
A trabajos forzados me condena mi corazón, del que te di la llave… No quiero yo tormento que se acabe… y de acero reclamo mi cadena. Ni concibe mi mente mayor pena