Invisible.
Me asomo a un vacío lleno de abismos
Vivir en un eterno paréntesis en el que todo permanece inmutable
Grito mi intolerancia a mi sentimientos amputados
A ese olor a sangre muerta que brotan de las hediondas mentiras
Me apuñalan los silencios que día a día crecen
Y por más que grito hay oídos que apenas me oyen
En ocasiones sello mi boca para no soltar mil y un reproche
Y mi mutismo se agrava en tristezas obscenas que corrompen mis palabras
Y me he dado cuenta que mis lágrimas nunca terminan por aflorar
Si, soy invisible como esas caricias que cuando se marchan lastiman mi piel.
Me abrasa ese infierno interno que me devora lentamente y me sobran motivos para inmolarme en nombre de quien soy
