#Mujeres #Peruanos #SigloXX
Nieve, labios rojos, una gota de fuego, un grito que nadie escucha. Éste es el día en que llega la ácida primavera,
II Estréchame las manos, la única luz que nos queda, no me dejes olvidada en la cima de una ola.
soñé con un perro con un perro desollado cantaba su cuerpo su cuerpo rojo s… pregunté al otro al que apaga la luz al carnicero
Vuelvo a contar mis dedos. (La flor helada, la desconocida ca… que me acecha se descuelga y da voces.) Yo miro las paredes y sus frutos r…
Nadie te va a abrir la puerta. Si… Insiste. Al otro lado se oye música. No. E… teléfono. Te equivocas.
El poema es mi cuerpo esto la poesía la carne fatigada el sueño el sol atravesando desiertos
El mar pliega las alas al atardece… tú no eres sino una pálida burbuja navegando al golpe del aliento, un negro trino, el sol que sale en el centro del p…
El día queda atrás, apenas consumido y ya inútil. Comienza la gran luz, todas las puertas ceden ante un ho… dormido,
Las manos a la altura del aire a dos o tres centímetros del vacío no se mirará nada preciso la polvareda que pasa el inesperado cortejo de plumas
más allá del dolor y del placer la… inescrutable balbuceando su lenguaje de sombras… colores la carne convertida en paisaje
El amor es como la música, me devuelve con las manos vacías, con el tiempo que se enciende de g… fuera del paraíso. Conozco una isla,
La muerte se escribe sola una raya negra es una raya blanca el sol es un agujero en el cielo la plenitud del ojo fatigado cabrío
digamos que ganaste la carrera y que el premio era otra carrera que no bebiste el vino de la victo… sino tu propia sal
inmóvil devora luz se abre obscenamente roja es la detestable perfección de lo efímero infesta la poesía
¿Cómo fue ayer aquí? Sólo hemos alcanzado estos restos, el vaso que ilumina con su lejano… el pájaro herido en el esmalte al… Llegamos con la puntual indiferenc…