#EscritoresPeruanos
El poema es mi cuerpo esto la poesía la carne fatigada el sueño el sol atravesando desiertos
Junto al pozo llegué, mi ojo pequeño y triste se hizo hondo, interior. Estuve junto a mí, llena de mí, ascendente y profunda…
Y de pronto la vida en mi plato de pobre un magro trozo de celeste cerdo aquí en mi plato observarme
El día queda atrás, apenas consumido y ya inútil. Comienza la gran luz, todas las puertas ceden ante un ho… dormido,
el querido animal cuyos huesos son un recuerdo una señal en el aire jamás tuvo sombra ni lugar desde la cabeza de un alfiler
El agua de tu rostro en un rincón del jardín, el más oscuro del verano, canta como la luna. Fantasma.
Las manos a la altura del aire a dos o tres centímetros del vacío no se mirará nada preciso la polvareda que pasa el inesperado cortejo de plumas
II El rayo ha perfumado ferozmente nu… Tenemos sed, tenemos prisa por gol… con el hueso de una flor en la tin… Hay un árbol talado en esta histor…
Suficientes razones, suficientes r… Bajo ellos, no más grande que ello… Suficientes razones, suficientes r… Suficientes razones para mirar por… Poderosas razones para antes y des…
La muerte se escribe sola una raya negra es una raya blanca el sol es un agujero en el cielo la plenitud del ojo fatigado cabrío
Se fue el día, las escamas del sueño giran. Todo desciende, la noche es el tedio. En el desierto, a oscuras,
el deseo es un lugar que se abando… la verdad desaparece con la luz corre-ve-y-dile es tan aguda la voz del deseo que es imposible oírla
El mar pliega las alas al atardece… tú no eres sino una pálida burbuja navegando al golpe del aliento, un negro trino, el sol que sale en el centro del p…
más allá del dolor y del placer la… inescrutable balbuceando su lenguaje de sombras… colores la carne convertida en paisaje
Es fría la luz de la memoria lo apenas entrevisto brilla con insistencia gira buscando el casco de botella o el charco de lluvia