Recogido por Esteban Peicovich en su libro "Borges, el palabrista"
#EscritoresArgentinos
Antes que suene el presuroso timbr… y abran la puerta y entres, oh esp… por la ansiedad, el universo tiene que haber ejecutado una infinita serie de actos concretos. Nadie pu…
Sin fin el mar. Sin fin el pez, l… serpiente cosmogónica que encierra… verde serpiente y verde mar, la ti… como ella circular. La boca muerde la cola que le llega desde lejos,
De un hombre que ha cumplido los setenta años que nos aconseja David poco podemos esperar, salvo el manejo consabido de unas destrezas, una que otra ligera variación y hartas repe...
En la página 278 del libro La poesía (Bari, 1942), Croce, abreviando un texto latino del historiador Pablo el Diácono, narra la suerte y cita el epitafio de Droctulft; éstos me...
Cuántas cosas. Lucano que amoneda el verso y aquel otro la sentencia… La mezquita y el arco. La cadenci… del agua del Islam en la alameda. Los toros de la tarde. La bravía
Quienes escriben que la secta del Fénix tuvo su origen en Heliópolis, y la derivan de la restauración religiosa que sucedió a la muerte del reformador Amenophis IV, alegan textos de Her...
Soy el único hombre en la tierra y… Acaso un dios me engaña. Acaso un dios me ha condenado al t… Sueño la luna y sueño mis ojos que… He soñado la tarde y la mañana del…
Será cuando la trompeta resuene, c… Ha sido en 1757, según el testimon… Fue en Israel (cuando la loba cla… Ocurre en cada pulsación de tu san… No hay un instante que no pueda se…
Recuerdo mío del jardín de casa: vida benigna de las plantas, vida cortés de misteriosa y lisonjeada por los hombres. Palmera la más alta de aquel cielo
Ya somos el olvido que seremos. El polvo elemental que nos ignora y que fue el rojo Adán y que es ah… todos los hombres y los que seremo… Ya somos en la tumba las dos fecha…
Una de las dos calles que se cruzan puede ser Andes o San Juan o Bermejo; lo mismo da. En el inmóvil atardecer Ezequiel Tabares espera. Desde la esquina puede vigilar, sin que nadie lo ...
Algo me han dicho la tarde y la montaña. Ya lo he perdido. La vasta noche no es ahora otra cosa
No rendirán de Marte las murallas a este, que salmos del Señor inspi… desde otra luz (desde otro siglo)… los ojos, que miraron las batallas… La mano está en los hierros de la…
En Londres, a principios del mes de junio de 1929, el anticuario Joseph Cartaphilus, de Esmirna, ofreció a la princesa de Lucinge los seis volúmenes en cuarto menor (1715-1720...
Los patios y su antigua certidumbr… los patios cimentados en la tierra y el cielo. Las ventanas con reja desde la cual la calle