Recogido por Esteban Peicovich en su libro "Borges, el palabrista"
#EscritoresArgentinos
Esa jornada populosa me deparó tres heterogéneos asombros: el grado físico de mi felicidad cuando me dijeron la liberación de París; el descubrimiento de que una emoción colectiva...
Un hecho cualquiera –una observación, una despedida, un encuentro, uno de esos curiosos arabescos en que se complace el azar– puede suscitar la emoción estética. La suerte del poeta es ...
Cristo en la cruz. Los pies tocan… Los tres maderos son de igual altu… Cristo no está en el medio. Es el… La negra barba pende sobre el pech… El rostro no es el rostro de las l…
El hijo viejo, el hombre sin histo… el huérfano que pudo ser el muerto… agota en vano el caserón desierto. (Fue de los dos y es hoy de la mem… Es de los dos.) Bajo la dura suer…
Nadie vio la hermosura de las call… hasta que pavoroso en clamor se derrumbó el cielo verdoso en abatimiento de agua y de sombra… El temporal fue unánime
Las diversas y a veces contradictorias doctrinas que llevan el nombre de la cábala proceden de un concepto del todo ajeno a nuestra mente occidental, el de un libro sagrado. Se dirá que...
Carlos avanza entre su pueblo. Mi… a izquierda y a derecha. Ha rechaz… los brazos de la escolta. Liberado de la necesidad de la mentira, sabe que hoy va a la muerte, no al…
Nadie es la patria. Ni siquiera e… que, alto en el alba de una plaza… rige un corcel de bronce por el ti… ni los otros que miran desde el má… ni los que prodigaron su bélica ce…
Libre de la memoria y de la espera… ilimitado, abstracto, casi futuro, el muerto no es un muerto: es la m… Como el Dios de los místicos, de Quien deben negarse todos los p…
¿Hubo un Jardín o fue el Jardín u… Lento en la vaga luz, me he pregun… casi como un consuelo, si el pasad… de que este Adán, hoy mísero, era… no fue sino una mágica impostura
Sin lástima y sin ira el tiempo me… las heroicas espadas. Pobre y tris… a tu patria nostálgica volviste, oh capitán, para morir en ella y con ella. En el mágico desierto
Hijo de algún confín de la llanura Abierta, elemental, casi secreta, Tiraba el firme lazo que sujeta Al firme toro de cerviz oscura. Se batió con el indio y con el god…
Pompas del mármol, negra anatomía que ultrajan los gusanos sepulcral… del triunfo de la muerte los glaci… símbolos congregó. No los temía. Temía la otra sombra, la amorosa,
¿Dónde estarán los siglos, dónde e… de espadas que los tártaros soñaro… dónde los fuertes muros que allana… dónde el Árbol de Adán y el otro… El presente está solo. La memoria
A mí, tan luego, hablarme del finado Francisco Real. Yo lo conocí, y eso que éstos no eran sus barrios porque él sabía tallar más bien por el Norte, por esos laos de la laguna de Guadal...