Cargando...

La absoluta marcha de su voz

Corran firmes espadas
en el tiempo,
entre giros estrictos
imperfectos.
 
 
Dos serán suficientes
en un acto,
veinticuatro inconscientes
a su paso.
 
 
Y un más ágil bate
ante ellas,
seis decenas punzantes
a una estrella.
 
 
Quitaré de mi vida
este hartazgo,
cruzaré hasta lo eterno
sin formatos.
 
 
Ante sus ojos mudos
seré ufano,
pero no seré el único
y fantástico.

Otras obras de Boris Vujich...



Top