A medida que se descuella por la t… de la visibilidad, el inmaduro poe… en las orejas, que escucha los rum… de la tormenta, destapa los sonido… palabras en su más inexacto aroma,…
Le dije, tengo una navaja que me e… y claro se la tuve que mostrar. Sus ojos de niño la vieron como algo precioso, un objeto de revere… sin el sustrato de maldad que
Desconocer al poeta es desconocer el mundo, y el poeta no conoce al… ni el mundo conoce al poeta, cual… azote de una pequeña ola a la oril… de mar y lluvia, un verso choca a…
Todo lo puede el cauce de un mar que envuelve las olas, i… sueños de magia, de reyes oriental… Palacios de hielo, o de cristal, d… no me acerco, esculpidos en las ro…
Ser apacentado, guardián de los hechos que amenaza… los diluvios, ¿en qué?, ¿por qué?,… un poco débil y, ¿te has vuelto a… frente a la duda de los silencios?…
Si en las alturas fuese un sabio, de otra forma hablaríamos mas ni sé que soy, bueno, nada, yo ando en las bajadas, donde los diabletes juegan a masturbarse, y eso que yo, de eso ya pas...
Lluvia tus manos rodadas cuando me coges la polla con ellas… pensativo, llego a recordar tus dudas, no me creo capaz de besar otros labios más anchos,
Johnny Thunders se cayó del caballo, recuerda muy bien los nombres y la primera herida fue mortal. Ahora,
Como una limosna de acero me guiñas un ojo para reírte de mí, y eso duele, que no, que es broma, que a mí no me pasa ni eso, yo soy un inadvertido, feo, tonto, digo yo, y pensar que ant...
Te contaré un secreto que solo saben las mazmorras: Estoy loco. Te contaré un secreto a voces que conocen hasta en Moscú: Estoy loco. Y como es eso. Pues estándolo, toda la vida sin hue...
La soga al cuello El ahorcado De nada sirve Nada a nado Todo es cierto
El otoño suele ser sinónimo de luc… con la palabra, con mis más oculta… inquietudes, y también es sinónimo de fracaso en mis vanos intentos por dilucidar la tambaleante cuerd…
La serpiente, trágico final bíblico. Ofensa católica e incesto de masas… Ocupación simbólica de un destino, permitido.
Las horas lentas del desvelo, café y tabaco para ahuyentar los minutos. Contrarremedios. Dolor de cabeza y yo sin paracetam… Decido escribir este poema
Ese león enjaulado, no furioso que dormita. Esas fauces desgastadas de rugir en otra selva. El, que fue, cuando no era selva,