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La Costilla De Adán (Parte 3)

Como una limosna de acero me guiñas un ojo para reírte de mí, y eso duele, que no, que es broma, que a mí no me pasa ni eso, yo soy un inadvertido, feo, tonto, digo yo, y pensar que antes me creía atractivo, como te desengañan los años, aunque en mí adolescencia y primera juventud fue diferente pero ahora es mejor aunque me falte un hueso.
Cuatro millones de novias más o menos he tenido y ninguna me ha querido porque todas eran simples insectos, nada firme, es hora de la fortaleza, de lo firme, de lo sensato, pero que voy a hacer yo, solo mantenerme expectante. Me está resultando gracioso porque con lo escrupuloso que era yo antes con la poesía (que esto no sé si lo es) aquí no estoy corrigiendo nada, solo intento no caer en lo soez. Antes de conocerte era un quisquilloso, ahora que tampoco te conozco sigo siendo un quisquilloso y cuando te conozca que ya te conozco aunque en la línea de arriba dije que no, no es que sea quisquilloso, es que soy inmaduro, infantil, pero de alguien ha de ser la herencia ¿no?
Me impresionaba de joven solo el físico, ahora no lo voy a negar, sería mentir, también un poco bastante pero menos, ahora me marca la dulzura, ya que mis ojos no dicen nada porque están muertos lo que me puedan decir los del espero el hueso que me falta, que positivo soy, ay, que positivo y van ya diez años, sí, haciendo alguna vez el tonto pero el tonto así tonto. Dureza, eso es lo que necesito, un para siempre poco a poco que tampoco soy tan drástico, pero que más da lo que yo quiera o diga si mis expectativas nunca pasan de ser eso, meras expectativas y luego plof, el batacazo, aunque con el tiempo me voy haciendo más duro.
Yo creo que no tengo ninguna virtud a no ser la mejor pero la más despreciada, el ser niño, me quejo, pobrecito de mí, no me quejo, que suerte tengo. Antes lloraba la desgracia de mi enfermedad, hoy me alegro y me considero afortunado porque he tomado un rumbo excepcional, ¿dónde está el hueso que me falta? me pregunto, y que más da, acaso no lo tengo todo, sí, lo tengo todo, no, no es cierto y eso tan excepcional me dará algún día el hueso creo sino será por algo.
Nunca necesité ese hueso, me bastaban mariposas, y ahora ni lo uno ni lo otro, las mariposas detestan a los perdedores y los huesos no se acoplan bien pero no es su culpa, así que es lo que me queda, solo, solo, solito, haber si aguanto, tendré que aguantar.
Muchas cosas casi me llevan a la fosa en unas cuantas ocasiones aunque en mi favor decir que en este último intento no tuvo nada que ver la soledad de pareja. Ah, el amor, que sencillo para todos menos para la gran mayoría de los niños, y no es el sexo, es una caricia, una palabra, un gesto, pero a los niños ni eso, piedras que coman piedras y cuanto más duras mejor.
Cuando nací me extirparon un hueso y aún no me lo han devuelto y tengo cuasicertidumbre que no se me devolverá, entonces con razón podéis llamarme lisiado. Ya está, físico, mental, lo tengo todo. Hubo una temporada en la que me fijaba en las chicas, años, pero ahora ya no, he perdido toda esperanza desde hace tiempo, además fijarse es de obsesos, que no, pero es que yo lo era.
Uff.
Qué es esto, yo quería que fuese un poema y no tengo ni idea de lo que es. Soñaba con ser un gran poeta, también otra frustración que tuve, todo me salió mal para llegar a esta situación de salvación, aunque es duro pensar que otros también y no sufren tanto, pero es tontería lamentarse, tengo lo que tengo y soy lo que soy, un niño, no un niño grande no, eso no, un niño bien pequeño, se podría decir que un bebé. Respiro hondo, pienso, que puedo ofrecer yo aparte de las nubes y del sol, con eso nadie querría estar conmigo, lo comprendo, como no lo voy a comprender si todo lo que emprendo me va mal, pero es por algo eso lo sé seguro, y si mi huesecito viniese alguna vez yo sabría hacerlo feliz (bah, paparrochadas mías) qué íbamos a vivir debajo de un puente, el destino me ha avocado a la soledad de pareja, y yo que de joven me comía el mundo a mordiscos y ahora no me atrevo por respeto ni a coger una gota de agua. También es que me tocó vivir en un siglo complicado, el consumismo, la fama, el conseguir, el ser más que el otro, pero eso a los niños nos da igual, con nuestro juguete favorito, nuestro amigo el sol tenemos más que suficiente y con la luna y las estrellas y el agua y la tierra y el fuego, todos cariñosos y notables colaboradores.

Todas las partes de La Costilla De Adán están escritas de seguido bajo la forma de escritura automática

#Adán #costilla #Eva

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