#movimiento #poemilla #viento
Johnny Thunders se cayó del caballo, recuerda muy bien los nombres y la primera herida fue mortal. Ahora,
Zapatos de tacón puntera Algo acampanado el pantalón El pelo largo gris y lacio Se anda teniendo que amarrar El cinturón
Podría ser tu hechicero, podría ser de acero y tragarme tus pestañas como pájaro loco, carpintero, en árbol deseado y dejar para hoy lo que puedo hacer mañana. No me des un beso que sab...
Cantan los perros su canción de ausencia. Ladridos puestos de p… arremolinan hojarasca, el viento d… hojas secas. Y los pájaros en sus… Siempre he sido el soldado raso,
Como buscar, en la nieve las antor… de frío intermitentes y balbuceant… qué ascuas se sobreponen a la inte… en los días hostiles del invierno, ladrón de fuegos y de humores,
Puede que en un momento dado te termines acabando, el oficinist… regresa a casa cansado de mutilar… el cuello de la camisa desabrochad… y la corbata, hoy, hoy se le olvid…
Te contaré un secreto que solo saben las mazmorras: Estoy loco. Te contaré un secreto a voces que conocen hasta en Moscú: Estoy loco. Y como es eso. Pues estándolo, toda la vida sin hue...
Yo soy poeta, algo me hace distint… de esos que predican la realidad, que yo amo y sufro, por necesidad, es pues el mío un espíritu extinto… Y vago perdido en un laberinto
Árboles que crecéis en la floresta recios y robustos, donde habéis di… gobernar hoy. Qué natividad de fresca umbría es… por la que camino, que senda inexp…
Le dije, tengo una navaja que me e… y claro se la tuve que mostrar. Sus ojos de niño la vieron como algo precioso, un objeto de revere… sin el sustrato de maldad que
Quiero pararme en esos lugares donde el tiempo se detiene, y el silencio suaviza cada caricia… el reloj es un instrumento inservi… y los nervios más airados, se desg…
Como una limosna de acero me guiñas un ojo para reírte de mí, y eso duele, que no, que es broma, que a mí no me pasa ni eso, yo soy un inadvertido, feo, tonto, digo yo, y pensar que ant...
Yo también sé de atajos y emboscad… de caminantes que se pierden, de árboles torcidos. Yo también sé de tesoros que cambian de manos con la misma facilidad
El Caos principia desde la orilla del mar. un pecado de otros que también soy yo. Para tener un peso
Todo lo puede el cauce de un mar que envuelve las olas, i… sueños de magia, de reyes oriental… Palacios de hielo, o de cristal, d… no me acerco, esculpidos en las ro…