Sairb

Vivia

En tus manos vivía, tan cerca, tan cierta,
era tuya mi esencia, mi entrega despierta.
Todo lo que fui, lo que quise ofrecer,
lo tenías allí, tan fácil de ver.
 
Pero elegiste caminos ajenos a mí,
buscaste en el mundo lo que ya tenías aquí.
Amores lejanos, venganzas amargas,
y en tus manos vacías, mi ausencia descansa.
 
Qué dolor, amor mío, mirar mis propias manos,
y verlas vacías, sin ti, sin tus pasos.
Qué tristeza saber que nunca estuviste,
que mientras yo daba, tú mi amor, te perdiste.
 
Hoy abrirás tus manos y verás el vacío,
no me hallarán tus dedos en ese desvarío.
Y aunque lágrimas no surjan, sé que extrañarás,
el calor de mi entrega, que nunca más tendrás.

Altre opere di Sairb...



Alto