Girasoles en Arlés
Diversas Facetas de un Rostro Aterciopelado - 2022
La hora dorada acechó un martes a fines del siglo XIX,
la definición perfecta de la etapa azul,
teniendo en cuenta lo que representa.
Unos 42 cuervos en el umbral de la eternidad lo buscan,
marcando el final para un anciano en pena sentado en su solitud.
Al óleo se dispara en el estómago, al caer recuerda quién es.
Lo más resbaladizo fue un café en París, buscando una luz;
tal vez también hizo memoria de los girasoles
que decoraban el dormitorio en Arlés;
su hermano, atormentante de buscar ser mejor,
alivio de que no exista,
una paradoja que lo llevó a sobre analizar
situaciones ficticias donde es un fracaso.
Una crisis maniaco depresiva,
que entre bromas se acusa a la abstenta de ser la culpable.
Lo llevó a buscar felicidad de las cosas que más amaba,
siendo lo ambarino su escape.
Boquiabierto ve como los cuervos se acercan,
tirado en un trigal, no ha logrado absolutamente nada,
y nadie lo recordará nunca.
El trigal se queda sin palabras
y ha dejado una carta acerca de eso.
Así quería morirse,
encontrando la paz que no halló en la tierra.
