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Planta

Diversas Facetas de un Rostro Aterciopelado - 2022

Glauco tallo, diferente a las del jardín, áfilo, producto del otoño,
la espera de la primavera obtiene frutos, aunque no de una forma literal.
 
Corola de sal, encandecer al pico, sin tomar un ceniciento, más bien amarillo verdoso.
El resto, hojas lobuladas, camuflando al tallo, perfección dibujada y grietas de narrador
que esparcen los más interesantes imaginarios.
 
Belleza, que luego de meses de sequía, inunda de petricor al domingo,
gustosa a la vista, al olfato y llena de vida.
Perfección arrancada por los trescientos amaneceres.
De hierba anual, solo un atisbo promedio de noventa días,
es el motivo principal de un viaje tan agotador,
el jardín de desconocidos envidian su peculiaridad.
 
Una inmensa de terracota recubre sus raíces,
el cónico sostén invisible al exterior, voluminoso.
Separaciones en simetría, lados esparcidos, de gran altura, céntrica entre las demás.
 
En medio del follaje, un llamativo ciato. Flores teñidas de un tinte regio
rodeando esféricamente a la magna, un rojo sangre
acompañado de un aroma atrapante,
donde una pequeña ave de larga cresta se posa, o también los
antófilos buscando alimentarse.
 
En una taciturna tarde, compuestas por detenidos acelerantes,
todas sus hojas fueron cayendo una a una, la petrificada lentitud abrasante,
dejaba caer su ropaje, expuesta y desnuda, toda su belleza y peculiaridad perdida,
siguiendo un abrupto ciclo, todo en una tarde.
 
La espera de que nazcan las nuevas hojas, las nuevas flores,
la nueva planta, es un sinfín de cometidos subterráneos.
Actos internos que por acciones navegarán el año entrante.

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