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Mi deseo

Un techo pobre, escondido,
dadme al pie de la colina,
donde el viento en vano amague,
y que allí el suave zumbido
de una colmena vecina
por la mañana me halague.
 
Un cristalino arroyuelo,
de blancos lirios sembrado,
de una fuente pura brote,
y salte en quebrado suelo
y bajando apresurado
las duras rocas azote.
 
La ligera golondrina,
só las pajas de mi choza,
de la tierra forme nido
y cuando el sinsonte trina
al placer que la alboroza
lance su alegre chirrido.
 
El errante peregrino,
triste, desnudo y hambriento,
llame a mi puerta afanoso
y olvidado del camino
halle en mi mesa sustento,
halle en mi lecho reposo.
 
Una arenosa avenida
donde perfumadas flores
beban gotas de rocío,
parezca que me convida
del verano en los ardores
a un fresco bosque sombrío.
 
Y allí arrullándome el sueño,
en los brazos de Carmela,
goce puros regocijos,
mientras con rostro risueño,
porque el placer los desvela,
juegan en torno mis hijos.
 
Desde allí mi vista errante
mire un pardo campanario,
tras la colina frondosa
y el alma recuerde amante
que es el templo solitario
donde la llamé mi esposa.

(1868)

#EscritoresCubanos 1868 Campos Cuba Libre, de

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