Dejavú
©VEC 2023
Comienzo a mirarte con ojos distintos
que se despiertan de sensaciones
que tuve antes, en el pasado,
en tiempos de sentimientos genuinos e ingenuos,
pero justo el tiempo les impide ser auténticos;
son vestigio de un fantasma que me evocas
cada vez que te encuentro, aunque admito
que sentirlo como un recuerdo que renace
me da el privilegio de convertirme
en pasajero abordo de una máquina del tiempo
que me acongoja, me estremece,
me aterra, me excita...
Te miro como el león observa
sus huellas jóvenes en la sabana
habiendo vuelto feroz a su salvaje majestad;
de tu sur a mi centro, desde el bajío de mis anhelos
empiezo a mirarte como antes...
¡Aunque jamás como antes!
donde no exististe, eras otra
por la que loco di de amor y mucho más;
mi sueño, un romance, la existencia,
el corazón a las manos del destino,
desmedida pasión de mi piel
y fragmentos de mi cuerpo;
a ti te miro increíble, imposible, inevitable
y justo eso me inquieta
porque eres idéntica, diría precisa,
como si no bastara a mi vida una vez primera;
eres un hechizo que emula esa magia
navegante perdida en los ayeres de mi historia,
con la misma sonrisa y la misma belleza
que pretenden cautivarme cual sucedió hace tiempo,
un dejavú que me ronda con sugerentes deseos
apoderándose de nuevo toda mi calma,
insinuándome la conquista a tu prohibido vientre,
lo inusitado en tu vida y lo impermisible en tu cama.
