A LA EDAD DE 22
Voces poco elocuentes
que provienen de mi ventana,
luz aniquiladora de anhelos
por que no llegue el día.
Despierto.
Sonidos irritantes de
contaminación acústica.
Desquiciada; con sabor agridulce
en boca y corazón. Jodida.
Poesía liberadora
de baldosas maltrechas
que me llevan a mí día a día;
aglomeración continua
de caras sin nombres.
Desconocidos.
Cama caliente invita al desorden,
comida descongelándose,
vida a medio hacer.
Pesimismo activo que
endulza mis fracasos,
el quiero y no puedo
de un camino mejor.
Ritmo frenético desencadenante
de historias precoces
que enloquecerían a cualquiera;
divagando
soñando
pensando.
Resquicios de la entera felicidad.
Conforme o disconforme
el gallo anuncia la mañana:
hoy es el día.
Hoy vuelvo a cumplir años.
.Carmen Yebra.
Sevilla. Cosecha '10
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