EVALUACIÓN FINAL
Aprendí que la noche
no es noche cálida que abriga
si no hay susurros entre las sábanas
y cambios de postura
que le hagan compañía.
Que el verano puede ser
una estación fría
quebrada por el deshielo
que te da por terminado,
y el invierno una chimenea
que invita a fundirse en uno
mientras la ciudad
es parte de nosotros.
Aprendí a arder en llamas
con el sonido de tu risa,
a leer miradas
y a entender lo absurdo de la prisa.
A la costumbre de un ‘nosotros’
que desterraba todo miedo
que fue amigo y cancerbero
hasta el marchitar del ensueño.
Aprendí a estrujar el corazón
hasta que no hubo camino
secando lágrimas manchadas
y empapadas en color vino.
Aprendí que el ‘nosotros’
no es más que una trampa
que atrapa a desesperados,
y que ahora, el ‘contigo’,
retorna a aquel pobre vagabundo
desabrigado y desentendido
de todo puzzle inacabado
que le recuerde lo que fuimos.
.Carmen Yebra.
Almería . Cosecha '16
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