#Españoles #Mujeres #SigloXIX #SigloXX Carolina Coronado
Si las flores del jardín mueren, joven, con el día, también las de mi poesía muerte igual tendrán al fin aunque un poco más tardía.
Almas esposas seremos; unidas existiremos aunque tú vivas lejano, que el mundo no puede, hermano, lograr que nos separemos.
El corazón, amigos, palpitante como otras veces en mi pecho sient… mas al oír vuestro piadoso acento sobre las nubes me soñé un instant… Juzgué más claro el sol, menos dis…
Cuando los recios vientos se embra… cuando mugen los mares irritados, cuando estallan con furia los nubl… cuando las olas borrascosas crecen… cuando los buques míseros perecen
Corona ciñe el triunfador guerrero ¡Ay! ¡más corona a las naciones ca… es ésa que la gloria le prepara con la punta sangrienta de su acer… Tú, modelo del noble caballero,
El fin de todo busca el alma mía porque en esta existencia pasajera del más hermoso y regalado día siempre viene a turbarnos la alegr… el miedo del dolor que nos espera.
Hazme buena, Madre mía, dame paciencia y virtud, porque tú Santa María has de ser la mejor guía que tenga mi juventud.
Tenía Pablo en un rincón de su corral un granado que era de aquel vecindado envidia y admiración; Pero tan pegado estaba
Hoy princesa inocente el bravo Ma… en holocausto a tu brillante suert… como ha sido el primero en anuncia… es también el primero en protegert… El cañón que resuena al aclamarte
¡Jesús! la tremenda guerra que movéis a mis canciones me maravilla y me aterra. ¿No salen en nuestra tierra por las damas campeones
Ángela, melancólica mi alma hacia tus brazos encamina el vuelo ansiosa de encontrar en ellos calm… Que, siempre son los ángeles del c… ésos que nos arrullan blandamente
¡Extremada bizarría! ¡Rendimiento cortesano! ¡Bondad la del castellano consumadísima es, pues con una dama altiva
La niebla del diciembre quebrantab… del sol los melancólicos fulgores cuando en mi corazón de tus amores el acento primero resonaba. El segundo diciembre se acercaba
Dejas apenas la risueña infancia; juegos, placeres de su edad dejast… Ya el dulce brillo de los quince m… cerca tus sienes. Niña aún graciosa, la infantil son…
¡Cómo en tierra postrada sin fuerzas yace, quebrantada llor… y sola y olvidada en su tristeza ahora, la que opulenta fue, grande y seño…