Al fin hallo en tu calma si no el que ya perdí contento mío… si no entero del alma el noble señorío, blando reposo a mi penar tardío.

¿Qué hace la negra esclava, canta… Tú, Europa, gran señora, que a tu servicio espléndido la ti… responde, ¿llora, canta, o dormida a tu planta

Las torres han temblado sacudidas, las casas se han movido en sus cim… las piedras y columnas desprendida… hieren los inseguros pavimentos. ¡Mirad!... Mirad los templos derr…

Pulidísimo poeta, que siempre os andáis buscando cefirillos en diciembre y florecillas en marzo. Ved que es malogrado tiempo

¡Gracias, señor, gracias mil! ¡Ah siglo... dichosa suerte! Ya nuestra edad se convierte en bella edad infantil. Ya en vez de los lagrimones

Leve y plácida sonrisa de la fresca primavera; tú que naces con su brisa de las flores la primera; Y te engalanas llevando

¡Permitidme reír!... brotan mis la… manantiales de risa bullidora, que romper no me deja por ahora en el llanto hacia vos, jóvenes sa… Perdonad a la Musa que no llora,

La estrella, el signo... ¡Ideal! el Hado infausto... locura; que para todo mortal propicia, fácil, igual en el mundo es la ventura.

No le lloréis, amigos, ese canto, himno de gloria al sueño de la mue… era la inspiración del alma fuerte de aquel varón tan apacible y sant… ya fatigado de enseñaros tanto,

¡Qué hermoso es Dios, qué hermosa… ¡Qué gallardo su andar, su voz qué… Rasgos los cielos son de su bellez… pasos los siglos de su marcha grav… la voz de la inmortal naturaleza

Imagen pura, deliciosa y tierna, constante amiga de mi blando sueño… tú la que ofreces a la vida mía paz y ventura; Imagen bella de la dulce madre,

¡Salud, dulce golondrina, allá en el suelo africano bella, errante peregrina; salud, perenne vecina del ardoroso verano;

Risueños están los mozos, gozosos están los viejos porque dicen, compañeras, que hay libertad para el pueblo. Todo es la turba cantares,

¡Nadie se muere de amor! ¡Cómo habías de vivir si amando, pobre mujer, tenemos que combatir, y el luchar nunca es vencer,

Tenía Pablo en un rincón de su corral un granado que era de aquel vecindado envidia y admiración; Pero tan pegado estaba