#Españoles #Mujeres #SigloXIX #SigloXX Carolina Coronado
Es dulce recordar sueños de niño, el vago acento de la edad primera que en nuestro oído resonar hicier… el ángel que anunció nuestro cariñ… cuando figuro que tu cuello ciño
El corazón, amigos, palpitante como otras veces en mi pecho sient… mas al oír vuestro piadoso acento sobre las nubes me soñé un instant… Juzgué más claro el sol, menos dis…
Levanta lira caída; ven, que el dolor te convida con mil tonos acordados tengan también en la vida su fiesta los desdichados.
Escúchame, poeta un gracioso jilguero joven, vivo y ligero más que brisa coqueta. Después de haber corrido
¡Salve, rayo del sol de primavera por densas nubes fúlgido rompiendo… Brilló su luz primera, la tierra embelleciendo!— Mostró su faz, y de la blanca sier…
¿Queréis formar un coro, hermosas las del canto peregrino, más dulce, más sonoro que el rumor argentino del agua y de los pájaros el trino…
El bueno, el justo, el santo, nos da dulce convite, alcemos nuestro canto de eterna gratitud: por este pan suave
Huéspeda en la risueña Andalucía, hoy hallo con placer inesperado tu nombre, buen maestro, aquí grab… con el sello inmortal de tu poesía… Y del pájaro igual no es la alegrí…
Con el otoño perdidas son las claras y lucidas alboradas, y las flores del estío yacen en el valle umbrío,
Almas esposas seremos; unidas existiremos aunque tú vivas lejano, que el mundo no puede, hermano, lograr que nos separemos.
¿Por qué tiembla? —No lo sabe. ¿Qué aguarda en el lago? —Nada.— De las aguas enlazada a los hilos su raíz, el movimiento suave
En despedidas nuestra vida pasa cada día un adiós ¡ay triste vida! ¡que siendo vida en tiempo tan esc… la hayamos de pasar tan afligida! Aun el de ayer nuestra mejilla abr…
Ruiseñor, que entre las hojas de la más florida acacia has tenido todo mayo fresca, primorosa estancia, ¿Por qué picas ese ramo
Buen joven, en hora aciaga fijasteis en mí los ojos, pues los fijasteis risueños y los apartáis llorosos. Mal os quieren los amores
Joven del rubio cabello y los azulados ojos, sabed, por la Virgen sacra, que estáis de remate loco o se ha vuelto vuestro ingenio