#Españoles #Mujeres #SigloXIX #SigloXX Carolina Coronado
Duerme, Niño, el sueño blando en esta cuna escondida, aunque tu madre llorando por tu existencia llamando quiera volverte a la vida.
Nos ha dado el Señor cielos hermo… con luz, por que los ojos alumbrem… y nosotros los pueblos ingeniosos con humo del cañón la oscurecemos. Nos ha dado unas tierras deliciosa…
¡Ay abuela! este cariño a que osáis vos llamar sueño, ha nacido con mi lira, ha crecido con mi cuerpo... seis veces del sol en torno
Un doctor muy afamado mandó hacer una sangría y después que hubo pasado ¿se ha sangrado usted, decía? —Sí, señor, ya me he sangrado.—
Señora, un Álbum cuando yo me río por la extraña y ridícula manía, de escribir en los Álbumes poesía teniendo tan mal genio como el mío… ya que no encuentre consonante en…
Bella soy, bella soy; mi rostro en… mejor que en el cristal en los sem… la copia miró de belleza tanta reflejada en los ojos anhelantes: paloma, flor, estrella, ángel y sa…
¿Cómo te llamaré para que entienda… que me dirijo a ti ¡dulce amor mío… cuando lleguen al mundo las ofrend… que desde oculta soledad te envío?… A ti, sin nombre para mí en la tie…
No le lloréis, amigos, ese canto, himno de gloria al sueño de la mue… era la inspiración del alma fuerte de aquel varón tan apacible y sant… ya fatigado de enseñaros tanto,
¡Un año más!... un año, Ángela mía… y aún no ha mudado mi horizonte tr… y de tan ancha tierra como existe no he descubierto un palmo todavía… ¡un año más!... un año día tras dí…
Madrid aguarda tu triunfal salida para cubrir de flores tu carrera como si el pueblo por la vez prime… celebrara en España tu venida; la fiesta a que gozoso te convida,
Buen joven, en hora aciaga fijasteis en mí los ojos, pues los fijasteis risueños y los apartáis llorosos. Mal os quieren los amores
Ya no es tan joven mi vida que desde esta cima, hermano, logre ver distinto el llano donde quedó mi niñez. Es la pradera florida
Abrid los ojos, célica María, más que la luna del enero, claros, abrid los ojos y mirad cuán raros son los dones que Dios tierno os e… el serafín más bello que tenía
¡Ya viene, mírala! ¿Quién? —Ésa que saca las copias. —Jesús, qué mujer tan rara. —Tiene los ojos de loca. Diga V., don Marcelino,
¡Qué abatida estará, Señor, mi vi… cuando no te consagro ni un acento… ¡Qué hundido debe estar mi pensami… cuando así te abandona, así te olv… Preséntasme la tierra florecida,